abreviación número uno para Sofía: bien, quería no mencionar tu nombre, pero me fue inevitable, quizá por lo inmediato en mis redes asociativas: un griego hablando de objetos intangibles en el mundo de la ideas, o por lo mediático de estos medios, mencionar tu nombre es saludarte, y cómo no hacerlo, si en efecto mismo del Sofos está el amor que hace falta.